Un turbador retrato de la vida de los primeros enviados a Marte, un insólito enemigo llegado desde más allá de las estrellas, portador de un arcaico secreto, un pueblo que ve amenazada su apacible existencia tras la caída de un meteorito y la lucha por la supervivencia de una familia que huye después de un ataque alienígena conforman el primer volumen de Crónicas del Cosmos, Invasores de Mundos.
Nos encontramos de
nuevo con una pequeña editorial, Corazón
Literario, que apuesta por los jóvenes talentos nacionales para crear un
formato atractivo y seductor.
Invasores del Mundo es la primera
entrega de las Crónicas del Cosmos
que dentro de un formato muy pulp
nos intenta hacer pasar un rato entretenido con aventuras Cifi.
Y para esta primera
entrega han querido apostar a caballo ganador con un elenco de cuatro autores
de prestigio contrastado en las lindes del relato (yo sigo a tres de ellos y puedo
asegurar que son un valor seguro). Estamos hablado de Darío Vilas, Javier Martos, Álvaro de la Riba y Tony Jiménez,
además de contar con Lluís Rueda
para el prólogo y Manuel J. Iniesta
para las ilustraciones.
Y por el principio
comenzamos, por ese magnífico prólogo,
toda una joya que nos sitúa de forma muy precisa en lo que Crónicas del Cosmos
nos quiere ofrecer y aporta datos interesantes y un tanto reflexivos.
«¿qué hubiera pasado si la invasión propuesta por
Wells en su famosa novela hubiera triunfado…?»
Otro punto interesante son las ilustraciones que acompañan a la obra, así como su portada, realizadas por Manuel J. Iniesta, además de
realizar las pequeñas viñetas que más abajo encontraréis que sirvieron de
promoción de los autores y sus relatos y que son una historia en si misma.
Que diferentes son los
cuatro relatos que componen esta antología y que riqueza aportan al conjunto.
Quizás el que más me ha gustado es el de Darío por esa imagen reciente que
tengo sobre el futuro viaje a Marte (hace poco se conocieron los españoles que
siguen en la lista de 25 que podrían iniciar un viaje sin retorno). Y como
digo, el da Darío es el que más me ha calado, pero lo demás están a la vuelta
de la esquina por diversas razones que intentaré explicar.
La pena y la nada bajo un cielo color caramelo, Darío Vilas
Como decía, ¿un relato
premonitorio? Nos encontramos con el mejor Darío, el de los relatos que se
construyen desde dentro y que buscan el desgarro del lector.
Secretos, terror
lovecraftiano, tensión, soledad, y sobre todo esa forma de explicarlo que te
engancha como una araña en su tela y no te deja escapar hasta el inquietante
final.
Destacar la
ambientación en ese desierto rojo y las imágenes que nos
sitúan dentro del planeta rojo.
«Si los gritos en los montes nevados de la Tierra
provocan aludes, en Marte se ahogan dentro de este traje hermético y apenas
trasciende en un susurro que queda flotando en la quietud que gobierna el
planeta»
¿Nosotros o ellos?, Javier Martos
Me encantó Ojos de circo, donde Javier escribía a cuatro manos (lectura que os recomiendo) y ahora
tampoco me ha defraudado, aunque creo que el formato se le quedó corto. Como
mínimo a mí me hubiera gustado saber más y creo que Javier podría escribir un relato
de continuación.
Gran enganche con la
palabra cagarruta (siempre me reía cuando la leía) y también destacar la
ambientación.
Halley, Álvaro de la Riba
Desconocido para mí,
pero he sonreído mucho con su bio de presentación. Me ha ganado.
Aquí nos encontramos
con un relato más filosófico, sobre todo en su parte final, con una propuesta
sorprendente a la par que ingeniosa, de esas que te explota en la cara (como el
falso documental del 23F) que no te acabas de creer, pero si escuchas dos días
al Jiménez, comienzas a tener dudas.
Destacar ese punto
explicativo del porqué de las sectas.
«Hemos de conocer los errores pasados para no
repetirlos en el futuro.»
Lo que escupió el cielo, Tony Jiménez
Fiel a su estilo Tony
sitúa la acción en una población americano y le sigue haciendo un guiño a los
maestros de la novela negra y la mezcla con lo fantástico y el terror. Me ha
recordado mucho a los Critters, por el tipo de historia. Una gran guion para una
película de serie B, con Chucky incluido.